Erradicar el sufrimiento y lograr la felicidad
Se trata de monjes hindúes que han decidido lograr la iluminación dejando atrás todo lo que los ataba a su existencia mundana (familia, reputación, actividad económica, posesiones, etc.) tomando el camino de la austeridad y la penitencia. Su nuevo trabajo es la meditación, la penitencia, los rituales y las ofrendas, aceptando alimento proporcionado de manera amorosa por la comunidad, pues esta actividad es áltamente respetada. No aceptan ropa, zapatos o cualquier otro artículo que les implique una distracción de su misión.
A los monjes se les denomina “Saa-dhu” (sabios) y a las monjas “Sadhvi o Sdhvine” (mujer virtuosa). Aunque apenas el 10% de estos monjes son mujeres, la mayoría de ellas adoptan este estilo de vida cuando enviudan, lo que les permite escapar de “la muerte en vida” que representa esta condición en la sociedad india. Algunas otras han elegido este camino desde su juventud por la firme convicción de ser su vocación.
Los Sadhus comúnmente son yoguis, lo que no implica que los yoguis sean sadhus. También se les denomina “baba” que significa Papá, Abuelo o Tío. Al día de hoy, existen entre cuatro y cinco millones de sadhus en Nepal e India, mismos que viven a orillas del río Ganges, en el bosque o cuevas, sin ataduras materiales.
Como se explicó antes, existen diferentes procesos para convertirse en sadhu dentro de las diferentes sectas hindues. Normalmente son iniciados por un gurú, que les da un nuevo nombre y su propio mantra. El mantra se mantiene en secreto, siendo conocido solo por el maestro y el sadhu.
Hay muchos tipos de sadhus, que se identifican con diferentes tipos de prácticas religiosas, pero en términos generales, se pueden clasificar en dos grandes vertientes: “Shaiva sadhus”, devotos del dios hindú Shiva (y que en ocasiones portan un tridente en su honor) y “Vaishnava sadhus”, aquellos que son devotos a Vishnu.
Aunque algunas prácticas de los saadhu pueden parecer extremas, como las de los Saadhu Ahgori, que en lugar de alejarse de lo impuro, lo convierten en su razón de ser (vivir en los crematorios, untarse las cenizas de los difuntos en el cuerpo o utilizar cráneos humanos como recipientes); también existen otras que desde occidente vemos más cercanas a la divinidad, como las que practican los Saadhu Dandi, que son grandes sabios de origen brahman que se dedican a la meditación y son expertos en las escrituras.
Uno de los Saadhus que más reflectores ha atraído, es Sadhu Amar Bharati, profesionista del sector financiero de la India con tres hijos, que insatisfecho con su vida, decidió abandonarlo todo para dedicarse al servicio del dios Shiva. Tres años más tarde (1973), al darse cuenta de que seguía atado a las tentaciones mundanas, decidió separarse de ellas manteniendo su brazo derecho levantado, sin bajarlo a pesar del dolor y la enfermedad por más de 49 años. Después de tantos años, la mano del asceta se ha convertido en huesos inútiles cubiertos de piel con uñas gruesas y en espiral.
Si bien en nuestra cultura es complejo entender este estilo de vida, sí que podemos aprender de la devoción con la que estos monjes se entregan hacia la búsqueda de un bien superior, que es lograr la iluminación.